No tendré los ojos esmeralda o una bonita mata de pelo azabache, pero te juro que como yo jamás te va a querer nadie.
(Puede que no tenga un cuerpo de infarto pero conmigo nunca estarías falto de cariño ni buenos ratos. Sé que no soy la chica de tus sueños pero por lo menos disimula cuando veas a un bombón que a la que se le clava una espinita es a mí. Quizás nunca llegues a saber lo importante que eres para mí o darme tú algo más que una mínima importancia. Si supieras... ¡ay, si supieras!)
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